INTELIGENCIA EMOCIONAL: ACTIVIDAD PARA TRABAJAR LA IRA
Montse García
En una entrada anterior ya mencioné que estoy impartiendo un curso extraescolar de Inteligencia Emocional para niños/as de primaria. Los asistentes a este curso son sobre todo niños y niñas de 1º y 2º de primaria y alguno de 3º y 4º.
Cada día compruebo que con los niños/as la motivación es fundamental para conseguir que ellos participen y sientan que quieren formar parte de este grupo. Así que es de importancia capital que las clases sean dinámicas, amenas, pero que no escapen del control del facilitador, maestro, educador o cómo queráis llamarle al conductor de las mismas.
Las primeras clases han estado dedicadas principalmente a que los niños adquieran un vocabulario emocional y también a que se conozcan y reconozcan como grupo de trabajo. Aún hoy tengo que decir que siguen habiendo los consabidos "grupitos" pero parece que los niños/as ya son capaces de relacionarse también con el resto, y eso es bueno.
Quería explicar en esta entrada una de las últimas actividades que realicé con ambos grupos (tengo 15 niños/as el lunes y 14 el martes). Me gustó mucho comprobar que, debido a la sencillez de la actividad y a lo visual de la misma, los niños/as fueron capaces de entender muy bien aquello que yo prentendía que aprendieran.
Estructura de la actividad
1.- Cuento: "El niño y los clavos" (anexo 1)
Conté este cuento asegurándome de que los participantes entendían cada palabra y término del mismo. En esta parte considero que es importante "dramatizar" el relato ya que también ayuda a los niños y niñas a que se introduzcan mejor en el papel del protagonista.
2.- Intercambio de impresiones y reflexión.
Pedir a los niños/as que reflexionen sobre alguna ocasión en la que hayan dicho o hecho alguna cosa ofensiva en contra de alguien de su familia, amigos o personas de su entorno. Creo conveniente que el suceso revista cierta importancia y/o intensidad.
3.- Contar cada experiencia mientras se clava una chincheta en una cartulina pegada a un corcho.
Cada niño/a contará el suceso elegido, tras hacerlo clavará una chincheta en la cartulina y el corcho. Todos los niños/as deberán contar su propia experiencia de enfado.
4.- "Tormenta de ideas" de soluciones alternativas.
Se propone al grupo que vayan generando soluciones alternativas a las reacciones de enfado que tuvieron ellos/as o sus compañeros/as.
Ejemplo de acceso de ira: Alguien dijo que se enfadó mucho cuando su papá no quiso dejarle jugar a la Wi y que en ese acceso de rabia lloró, pataleó y le dijo tonto a su padre a gritos.
Reacciones alternativas aportadas por los niños: Respirar hondo y contar hasta diez, aguantarse, irse a su habitación hasta que se le pase el enfado y después hablar con su papá, etc...
En varias ocasiones los niños dijeron que actuarían igual y luego pedirían perdón. ¡Atención! Es muy importante trabajar este aspecto, justo es lo que el cuento trata de explicar, así que debemos corregir y concienciar a los niños que lo mejor es no tener que pedir perdón, debemos aprender a autocontrolar estas reacciones para no herir a nuestros seres queridos.
5.- Sacar "los clavos" y comprobar visualmente los efectos. Reflexión.
Cada niño/a, quitará una chincheta del panel de corcho mientras comentamos una de las soluciones alternativas que hemos pensado para su experiencia concreta.
Cuando todos hemos quitado una chincheta y ya no queda ninguna, cada niño examinará el panel de corcho para ver los agujeritos que las ofensas han causado en las personas a las que hemos dañado.
La mayoría de los niños lograron llegar a la conclusión de que esos agujeritos representaban las cicatrices que nos quedan en el corazón cuando alguien a quien queremos nos hace esas cosas.
¡ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO!
ANEXO 1
El niño y los clavos
Un cuento para controlar el mal genio en los niños
Había un niño que tenía muy, pero que muy mal carácter. Un día, su
padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la
calma, que él clavase un clavo en la cerca de detrás de la casa.
El primer día, el niño clavó 37 clavos en la cerca. Al día siguiente,
menos, y así con los días posteriores. Él niño se iba dando cuenta que
era más fácil controlar su genio y su mal carácter, que clavar los
clavos en la cerca.
Finalmente llegó el día en que el niño no perdió la calma ni una sola
vez y se lo dijo a su padre que no tenía que clavar ni un clavo en la
cerca. Él había conseguido, por fin, controlar su mal temperamento.
Su padre, muy contento y satisfecho, sugirió entonces a su hijo que
por cada día que controlase su carácter, que sacase un clavo de la
cerca.
Los días se pasaron y el niño pudo finalmente decir a su padre que ya
había sacado todos los clavos de la cerca. Entonces el padre llevó a su
hijo, de la mano, hasta la cerca de detrás de la casa y le dijo:
- Mira, hijo, has trabajo duro para clavar y quitar los clavos de
esta cerca, pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca.
Jamás será la misma.
Lo que quiero decir es que cuando dices o haces cosas con mal genio,
enfado y mal carácter, dejas una cicatriz, como estos agujeros en la
cerca. Ya no importa tanto que pidas perdón. La herida estará siempre
allí. Y una herida física es igual que una herida verbal.
Los amigos, así como los padres y toda la familia, son verdaderas
joyas a quienes hay que valorar. Ellos te sonríen y te animan a mejorar.
Te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su
corazón abierto para recibirte.
Las palabras de su padre, así como la experiencia vivida con los
clavos, hicieron con que el niño reflexionase sobre las consecuencias de
su carácter. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Autor: desconocido
11 comentarios:
Me ha encantado, Montse. Enhorabuena por tu trabajo y gracias por compartirlo.
Saludos y ánimo con el curso.
¡Gracias Teresa!
Me gusta que te guste :-)
Un fuerte abrazo
Montse
No me ha gustado,..me ha ENCANTADO!!!
Contar un cuento y reflexionar sobre él + la dinamización de chincheta y ser consciente del efecto que producen..es muy bueno. Enhorabuena!! y Gracias por Compartir!!
¡Gracias Joaquín!
Es un placer compartir estas experiencias con vosotros. Es un modo de enriquecernos mutuamente.
La verdad es que la Inteligencia Emocional es apasionante y debemos darla a conocer para que la gente pueda beneficiarse con ella.
Un beso
Montse
Montse: preciosa adaptación del cuento a la actividad del corcho! y las conclusiones de los peques geniales...Sigamos en este camino que nos enriquece y emociona..
beset
Sil
¡Gracias Sil!
Me hace mucha ilusión que os haya gustado a todos vosotros que estáis trabajando en este campo de la Inteligencia Emocional.
Un beso
Montse
Felicidades Montse! me ha encantado la actividad, lo tiene todo! es muy práctica y ejemplifica perfectamente el cuento. Muchísimas gracias por compartirla!
Ana R.
www.psicosaludtenerife.com
Montse muy buen trabajo!!!!
Hace tiempo conté este cuento pero la forma en que lo propones me pareció buenísima!!!!
Gracias por tu contribución!
Hola!
Echo de menos la tecnica que usa el niño para aprender a no perder los nervios.
Es decir,cuando un niño o adulto e propenso a perder los nervios termin dandoe cuenta de que a nadie le gustvesa conducta ni siquiera a él,pero lo dificil es cambiar de conducta si no tw dan nuevas herramientas.
Yo si fuese un niño con esa problematica me sentiria mal al leer el cuento
Me a encantado gracias por compartir el cuento y las pautas a seguir .Me encanta trabajar el tema d las emociones con mis niñas pero en ocasiones me es dificil contarle o explicarle como hacerlo cuando a mi misma me cuesta y no se cual es la forma mas adequada de contarles como canalizarlas de forma sana.
Me encantó, gracias por compartir lo pondré en práctica.Saludos desde Argentina.
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