BAMBÚ JAPONÉS
Compartido por Concha de la Torre en Linkedin
Paciencia y Perseverancia
No
hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena
semilla, buen abono y riego constante. También es obvio que quien cultiva la
tierra no se impacienta frente a la semilla sembrada, halándola con el riesgo
de echarla a perder, gritándole con todas sus fuerzas: ¡Crece, por favor!
Hay
algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto
para impacientes: siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla
constantemente.
Durante
los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad, no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que,
un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas
infértiles.
Sin
embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta
de bambú crece ¡mas de 30 metros! ¿Tardó sólo seis semanas crecer? No, la
verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.
Durante
los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces
que le permitirían sostener el crecimiento, que iba a tener después de siete años.
que le permitirían sostener el crecimiento, que iba a tener después de siete años.
Sin
embargo, en la vida cotidiana, muchas veces queremos encontrar soluciones rápidas y triunfos apresurados, sin
entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que
éste requiere tiempo.
De
igual manera, es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo. Y
esto puede ser extremadamente frustrante.
En
esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú
japonés y aceptar que “en tanto no bajemos los brazos” ni abandonemos por no
“ver” el resultado que esperamos, sí está sucediendo algo, dentro nuestro…
Estamos
creciendo, madurando.
Quienes
no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice.
Si
no consigues lo que anhelas, no desesperes…quizá sólo estés echando raíces…
Montse García
No hay comentarios:
Publicar un comentario