PRIMERA INFANCIA (0 A 5 AÑOS) DE LA CONCIENCIA EMOCIONAL A LA EMPATÍA
Montse García
¿Cómo puedo
comprender y
legitimar que mi hijo
se está enfadando si
no
puedo reconocer
en mi mismo la
emoción de la rabia?
El desarrollo de las
competencias
emocionales
empieza
por uno mismo
porque los padres somos los
modelos de comportamiento para nuestros
hijos.
Por ello lo mejor es empezar a trabajar nuestra conciencia
emocional y una estrategia que podemos intentar es
conectar varias veces al día con nosotros mismos para
detectar
qué sentimos en ese momento. Algunas preguntas
que podemos hacernos:
- ¿Cómo me siento? ¿Por qué me siento así? ¿Cómo estoy manifestando lo que siento? ¿Esta emoción, me ayuda en la situación y momento actual? ¿Qué puedo hacer para cambiarla y sentirme mejor?
ACTIVIDADES PARA AYUDAR A LOS PEQUEÑINES
A DESARROLLAR LA CONCIENCIA EMOCIONAL
- Dibujar con ellos caras que expresen diferentes emociones. Colgar los dibujos en el frigo y enseñar al niño a que nos señale la cara que identifique la emoción que está sintiendo en un momento dado.
- Imitar conjuntamente diferentes emociones. Situarse con el niño delante de un espejo e ir cambiando nuestros gestos faciales para simular cada emoción. Ellos lo tienen que hacer con nosotros.
- Fabricar unas tarjetas de cartulina: ROJO, NEGRO, VERDE, ROSA y las asimilamos a una emoción básica, RABIA, TRISTEZA, ALEGRÍA, AMOR. Podemos jugar con ellos utilizando estas tarjetas viendo dibujos o leyendo cuentos y que él vaya sacando las tarjetas según sea la emoción de los personajes.
DE LA CONCIENCIA EMOCIONAL A LA EMPATÍA
La capacidad
para “leer”, reconocer, comprender y
conectar con las emociones ajenas permite comprender no
sólo
el punto de vista de los demás, sino la emoción desde la
cual viven un suceso.
El pilar sobre el que se sustenta y desarrolla la empatía es la
conciencia
emocional intrapersonal.
Empatía: del griego empatheia (sentir dentro).
A partir de los lazos y vínculos emocionales que se van
tejiendo
en la familia y de los intercambios que tienen lugar
desde el nacimiento, se va
transmitiendo y desarrollando
la competencia de la empatía.
Cuando el bebé
llora en la cuna y los padres lo atienden con
amor, ternura y cariño, para
comprender cómo se está
sintiendo su bebé (sintonizan con su emoción),
el vínculo
afectivo que se crea genera en el niño emociones de
seguridad y
confianza, ya que siente que su llanto es
comprendido. Si sistemáticamente
ignoramos ese llanto, el
vínculo afectivo que se entrelazará entre ellos
provocará en
el bebé mayor inseguridad y desconfianza.
Las neuronas
espejo son
las responsables de que los
seres humanos comprendamos los estados emocionales
de
las otras personas. Lo más curioso es que también se
activan cuando
observamos a otros individuos que ejecutan
la acción.
Así pues, cuando nuestros hijos observan que tenemos
sentimientos como
estrés, ansiedad, ira, tristeza, etc., son
capaces de comprender cómo
nos sentimos gracias a que
se activan en ellos las neuronas espejo.
Nosotros también
podemos comprenderlos a través de este mecanismo, esto
nos
permite ponernos en su lugar y experimentar un estado
emocional similar.
ALGUNAS ACTIVIDADES PARA QUE LOS PEQUES
DESARROLLEN LA EMPATÍA
- Leer cuentos sobre emociones adaptados a su edad. Le podemos pedir al niño que identifique los sentimientos de los personajes y cómo se sentiría él en su lugar.
- Ver una película juntos y comentar luego qué han sentido los personajes.
- Ser comprensivos con los niños y sintonizar emocionalmente con ellos. Así actuaremos de modelos y aprenderán a ser sensibles con las emociones de los que les rodean.
- Practicar la escucha activa y evitar las siguientes cosas:
- Juicios morales (“deberías...”); ridiculización, sarcasmo, ironía; etiquetar (“eres un vago…”); negativismo (“no haces nada bien”); momento o lugar inadecuado.
ALGUNAS PÁGINAS CON
MATERIAL DE INTELIGENCIA
EMOCIONAL PARA LA PRIMERA INFANCIA:
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